Existe una visión popular un tanto romántica de los gatos callejeros. Canciones, poemas, cuadros o películas nos los muestran como seres de vida placentera,  libres de ataduras. Los reyes del barrio que recorren nuestros tejados a la luz de la luna, sin nada de lo que temer.

Quienes cuidamos de ellos, sabemos que todo eso no es cierto, que los gatos habitan un entorno para ellos hostil, una jungla en la que sobrevivien a duras penas y los que tienen la suerte de vivir siendo cuidados en colonias gestionadas, al menos tienen asegurado el alimento y los cuidados sanitarios cuando es posible.

Caramelo es de estos últimos, un gato de poco más de un año que vivía con su familia en una colonia controlada de la pedanía de El Villar de Chinchilla. Gato CER desde el año pasado, cuidado y querido.

Después de más de una semana desaparecido, su cuidadora no daba crédito cuando lo vio… estaba destrozado, parecía increíble que fuera él el gato que tenía delante, pero sí, era Caramelo suplicando ayuda.

Arrastraba una fractura abierta del fémur, el hueso roto estaba expuesto y la herida abarcaba toda la pierna, además el pie pendía de un hilo de pellejo. Nunca hemos visto una pata tan destrozada como la de Caramelo.

Rápidamente se pusieron en contacto con una clínica veterinaria para una primera valoración y posterior derivación urgente al traumatólogo, donde fue operado amputándole el miembro entero.

Solicitan la ayuda de enGatadas para que nos ocupemos de él. No lo dudamos, la situación actual es complicada porque son muchos los gatos que tenemos asumidos y no salen adopciones, pero dada la situación de Caramelo, tenemos que hacer  el esfuerzo de asumir sus cuidados y acogida.

En la clínica veterinaria, antes de dar el alta, cuando examinaban como caminaba tras la amputación, comprobaron que también tenía una fractura de la pata delantera, que habrá que intervenir nuevamente. Su vitalidad, a pesar de la gravedad nos hace tener esperanzas.

Desconocemos la causa del terrible estado en el que fue rescatado Caramelo, pero sin duda fue la acción de un ser humano, probablemente un atropello, un golpe… Pero a pesar de todo, ha sido afortunado, con un golpe así lo mas probable es que hubiera tenido el trágico final de tantos otros gatos comunitarios cada día en nuestras calles y carreteras.

Necesita muchos cuidados, pero seguro que pronto podrá ser adoptado y será una familia tan especial como él.