Adoptado

Curro fue rescatado de una situación tan cruel como incomprensible: tirado a la basura en un saco, entre filtros de motor, y cubierto de aceite quemado, recién nacido, con su cordón umbilical aún intacto. Esta acción inhumana no solo es terriblemente cruel e inmoral, sino también un delito tipificado en el Código Penal.

Pero la historia de Currete también es una oda a la bondad y al valor de quienes respetan y cuidan a los necesitados, sin importar su especie. Gracias infinitas a la persona que lo rescató y a su familia de acogida, quienes, a pesar de las dificultades, le dieron una segunda oportunidad. Con cuidados y dedicación, lograron que este pequeño campeón, que se aferró a la vida con todas sus fuerzas, pudiera salir adelante.

Y gracias también a esa familia preciosa que lo ha adoptado y que lo va a cuidar como se merece. Su nuevo hogar es un lugar lleno de amor, donde Currete podrá crecer feliz y saludable, rodeado de cariño y mimos. Su resiliencia y su espíritu indomable han encontrado el refugio perfecto para continuar su historia de vida.

Agradecemos profundamente a todos los que han sido parte de este milagro, desde el rescate hasta su adopción. Vosotros sois los verdaderos héroes y heroínas  que demuestran que la compasión y la empatía aún florecen en nuestro mundo.

Les pedimos que sigan apoyándonos y denunciando el maltrato animal. Cada acción cuenta y cada vida salvada es un triunfo sobre la crueldad.