Padrinos y madrinas comprometidos con Mowgli
MOWGLI
Adoptado
Mowgli lo encontramos en una de nuestras colonias acercándose a todo el mundo en busca de algo de comida. Su captura fue algo tan sencillo como acercarnos a él e introducirlo a mano en el transportín, más que asustarse parecía agradecido porque alguien se preocupase por él.
Dado lo delgadito y pequeño que se le veía no pensamos que tendría más de unos 10 meses, pero nuestra sorpresa e incluso la de los veterinarios que le atendieron es que tras revisarle la boca le han atribuido un edad entorno a los 2 años. Le falta uno de sus ojos, tiene un montón de calvas, causadas por los ácaros y le faltan varias piezas dentales además de una importante infección en la boca y una desnutrición severa.
También se le ha pasado el lector y por supuesto, no tiene microchip.
El lado bueno, que el test de enfermedades ha dado negativo, y que en principio más allá de la severa desnutrición y la infección, no tiene nada grave.
Mowgli es un gato abandonado o perdido de hace tiempo. El estado tan deteriorado en el que se haya es el resultado de lo difícil que le ha resultado sobrevivir en la calle. No sabemos cómo ni cuándo perdió el ojo, probablemente fuera por una infección, o por una pelea. Es un auténtico superviviente, porque sobrevivir en la calle para un gato casero es prácticamente imposible, y hacerlo además con un solo ojo lo complica si cabe aún más.
A Mowgli ahora le espera una vida totalmente diferente.
Finalmente llegó el día… desde hace unas horas, Mowgli está con su mamá definitiva, Elena, quien se ha desplazado desde Guadalajara para llevarse a ese peque al que nada más conocerle a través de las redes, tras su rescate, optó por “soltar” la reserva que tenía sobre un bebé, del que acertadamente pensó no tendría dificultad alguna para ser adoptado, como así fue, para darle una oportunidad a un gatito, negro, tuerto y adulto… y es que a en las adopciones, la estética sigue jugando un papel importante… como en la vida misma.
Hoy estamos algo tristes porque ponemos en cada peque mucho de nosotras mismas y se genera un vínculo que hace que la separación produzca momentáneamente dolor pero al mismo tiempo estamos también inmensamente felices porque, en el caso de gatos sociable como Mogwli, son estos finales por los que luchamos: un hogar, una familia, una vida digna, respeto, reconocimiento… ser alguien para alguien.
Mowgli va camino de una estabilidad física y emocional con una persona amante de los animales, comprometida y coherente con ese compromiso.
Gracias, Elena, por formar parte de esos seres de luz que hacen de este mundo un lugar mejor.
Gracias también a quienes habéis arropado con vuestro cariño a Mowgli.