Panda y Pingūi ya están en un hogar definitivo y juntas para siempre.
El sábado llegaban a Valencia donde eran esperadas con impaciencia y muchísima ilusión.
Ha sido una adopción que se ha hecho esperar un poquito porque nuestro empeño era no separarlas dado el vínculo tan fuerte entre ellas y confiábamos en que era cuestión de tiempo y esfuerzo el que esa familia que sabíamos que existía, apareciera como finalmente ha sido.
En esta adopción hay muchos agradecimientos y no queremos dejarnos a nadie fuera porque cada uno ha contribuido en poner su grano de arena para este feliz final.
GRACIAS a Lourdes e Itzi, casas de acogida que hicieron un gran trabajo de recuperación física y emocional de las peques.
GRACIAS a León, su padrino infantil (7 años) que les dibujó unas viñetas con la frescura, inocencia e ilusión de los niños pidiendo su adopción y cuya empatía reforzada por su mamá, mujer comprometida, es la esperanza de un futuro diferente para los animales
GRACIAS a madrinas y padrinos que con su aportación mensual nos ayudaron a mantener sus gastos de alimentación y veterinarios.
GRACIAS al grupo “Las chicas del vermú” que organizaron la “OperaciónPinPan” para llegar a muchos perfiles en las redes hasta dar con el de sus adoptantes.
GRACIAS a “DarkLady” por ser enlace directo con los adoptantes y a la que deseamos mucha fuerza y enviamos un fuerte abrazo en los momentos difíciles que está atravesando.
GRACIAS a todxs lxs seguidores de enGatadas que han compartido tantísimas solidariamente.
GRACIAS a esos seres de luz, Diana y su hijo Antonio, que han hecho de Panda y Pingūi su familia definitiva dándoles un hogar.
Cuando detrás de un trabajo tienes a tantas personas sumando fuerzas, solo puedes sentir felicidad, fuerza y agradecimiento.
¡GRACIAS, familia enGatada!