Como sabéis, en convenio con el ayuntamiento, estamos aplicando el CER en el municipio de Chinchilla y sus pedanías; Pelos es una de estas gatas CER que esterilizamos el año pasado y vivía en una de esas pedanías, La Estación. Cuando la conocimos su estado era el de, por desgracia, muchos gatos que malviven en la calle, despeluchada (de ahí el nombre que le pusieron sus cuidadoras) y delgada, los años en la calle se notaban en su cuerpecito menudo. Pero tras la esterilización, vacunación y desparasitación, su aspecto mejoró notablemente. El CER no solo es eficaz en el control de la población, sino que mejora considerablemente la calidad de vida de los gatos de colonia. 

Durante los días de frio, en una visita rutinaria para renovar casetas en la pedanía, Joaquín e Inma vieron que algo no iba bien con la Pelos, volvía a estar muy desmejorada, apenas se podía mantener en pie, por lo que sin dudarlo un momento la cogieron y la llevaron al veterinario. Tras una primera valoración y analítica se le diagnosticó de fracaso renal agudo, que después de varios días de ingreso y otras tantas analíticas acabó derivando al diagnóstico de insuficiencia renal crónica grave, que se había agudizado en los últimos días. 

Tras una semana de ingreso fue dada de alta para seguir con sus cuidados en casa de Inma. Porque Pelos necesita muchos cuidados, hay que vigilar que beba suficiente agua, y precisa también inyecciones diarias de suero para aportar electrolitos que pierde debido a esa insuficiencia renal grave que padece. 

Pelos es una gata mayor, nos cuentan las cuidadoras de la colonia que debe tener al menos diez años, pero no siempre ha vivido en la calle. Fue la gata de una señora, que cuando falleció, su familia decidió abandonarla a su suerte. Para una gata de casa, esa adaptación a la calle es muy dura, en la mayoría de los casos no consiguen sobrevivir, y a ella le ha causado grandes estragos.

Ahora no sabemos cuanta vida le queda por delante, su estado es muy delicado y el pronóstico es muy grave. Pero nosotras le daremos los mejores cuidados posibles, y si alguien con experiencia en este tipo de casos, desea cuidar de ella, bien como acogida o lo que sería fantástico, adoptarla, sería un regalo maravilloso para ella en la última etapa de su vida.