Padrinos y madrinas comprometidos con Rudy
RUDY
Adoptado
Rudy, es uno de esos gatos que aparecen de pronto es una colonia, tan sociables que no cabe duda de que son un abandono y que en la colonia no son aceptados.
Abandonos que pretenden lavar la conciencia de quien los hace (diciéndose a sí mismos “aquí hay gatos que son alimentados, va a estar bien”) y que en realidad no son más que demostrar una enorme ignorancia, asociada a la comisión de un acto delictivo.
Ignorancia porque las colonias generalmente no integran a gatos nuevos, sino que los ponen en riego. Los integrantes de la colonia defenderán su territorio y su fuente de alimento de los nuevos que serán objeto de agresiones para expulsarlos. Y estas agresiones son el vehículo perfecto para los contagios de enfermedades, algunas de ellas como la Leucemia que van a poner en riesgo su vida. Agresiones que es su huida también pueden desencadenar atropellos, etc.
Así que no, no van a estar bien esos gatos que se dejan tan alegremente en una colonia, no habrás lavado tu responsabilidad con respecto a ese animal con el que compartías vida, has sepultado en mierda tu acto irresponsable para no oler lo putrefacto y repugnante que es abandonar a un miembro de tu familia a una suerte incierta que lo puede llevar a la muerte.
Además de esos te habrás convertido en un delincuente al cometer un delito tipificado en el código penal.
Por suerte Rudy, dio con nuestra voluntaria Consuelo, que alimenta y cuida de esa colonia desde hace muchos años, una persona comprometida que sale a llevarles su pienso haga calor, frio, llueva o nieve, una persona que no solo los ve, sino que los mira y observa que se preocupa cuando les pasa algo y que como en este caso en cuanto detecta la presencia de uno nuevo da la señal de alarma y todo el equipo engatado se pone a trabajar para sacarlo de esa situación de peligro.
Rudy es un gato muy mimoso, al recogerlo descubrimos que debajo de ese manto de pelo que tiene estaba en los huesos, llegando a pesar aproximadamente la mitad del peso normal de un gato adulto también traía alguna herida, nada que en las manos de su cuidadora, Consuelo, no pudieran solucionarse.
Pero este pillín de Rudy ya vio que Consuelo era fácil de convencer y con 4 maulliditos y restregones por sus piernas ya la tenía ganada, así que en breves días ya dejó de ser un acogido para convertirse en uno más de su familia. Rudy no te puedes haber llevado una mejor mami!
¡Enhorabuena familia!