En Adopción

A Noa la vimos por primera vez a mediados de Enero 2024. Se acercaba temerosa a una de las Colonias controladas del Villar, una pedanía de Chinchilla, en busca de alimento. 

De ella nos llamó la atención su maullido reclamando atención y su carácter afable. Nadie del pueblo sabía de dónde salió, pero al ser tan sociable todo indicaba a una posible pérdida o lo que nos temíamos, un nuevo abandono.

La gestora de la colonia intentó fidelizarla para facilitar su captura pero en unos pocos días desapareció. Pensamos que la calle y su confianza en humanos le habían jugado una mala pasada.
Afortunadamente, aunque después de casi dos meses, la volvimos a ver.
Esta vez no nos lo pensamos y fue capturada y llevada al veterinario ese mismo día para esterilizar, vacunar, desparasitar y revisar su estado de salud general.
A diferencia de la primera vez que la vimos, en este momento estaba infestada de pulgas y garrapatas, con varias heridas en la cara (posiblemente por peleas con otros gatos) y con muchísima hambre.

Noa es un gata preciosa y muy dulce que merece encontrar un hogar de verdad.
A pesar de todo no siente temor a los humanos e incluso le gusta jugar con niños.